Una noche pregunté:
¿Qué es crear, Sanaa?
“Crear es improvisar. Algo que hacemos en cada instante, con cada acto y con cada frase. Tendemos a creer que es un poder misterioso que está dado a unos pocos cuando realmente estamos improvisando y creando todo el rato.”
¿Así que… es imposible no hacerlo? pensé.
“Si, pero puedes NO ser consciente de ello. Y negando la creación niegas también al creador.” prosiguió Sanaa.
Me quedé un rato en silencio, casi sin pestañear recordando todas las veces donde pensaba que no era creativa. Donde buscaba la creatividad mirando a otros. Buscando referentes, enfocando la mirada hacia fuera. Donde al pensar que no era creatividad, creaba esta realidad en mi vida.
Tus palabras son creadoras de realidad, afirmó Sanaa. Por esto hablar es mágico, porque hablar también es un acto, un acto lingüístico.
Esto me sacó de mis pensamientos y volví a conectar con el presente.
El presente es un regalo, continuó ella. Cuando vibras en acorde con el presente, vibras en abundancia.
Entonces quiero que crear sea mi trabajo afirmé. Crear espacios de autocuidado, crear fuerza interior, crear paz y confianza.
Para ello, solo tienes que crear este espacio en tí, sentenció Sanaa.
Cerré los ojos.
Que así sea. Pensé antes de dormirme.
Texto inspirado en mi niña creadora y en “Conversaciones con Dios”, trilogía escrita por Neale, Donald Walsche, un libro que leí en un tren al volver de un retiro de meditación activa en el Camino de Santiago.
¿Y tú qué libros inspiran tu vida? ¡Te leo en comentarios!
No Comments